Yo puedo sentirlo cerca
como arrullo de chiquillo,
acariciarme la mano
susurrarme al oído,
me cuenta mil historias,
de amores perecidos,
en oscuros lamentos,
en oscuros olvidos.
Yo puedo escuchar palabras,
palabras de buen sonido,
porque salen de su boca
y me ayudan a sentirlo,
cálido como la piel
tan bueno y bien querido.
Si mi corazón te hiere
perdóname buen amigo,
pues no sé lo que quiero
ni en qué país me he perdido,
ni donde mis ojos miran,
ni hacia donde camino.
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